¿Cómo se preparan las empresas para la nueva normalidad?

¿Cómo se preparan las empresas para la nueva normalidad?


Vivimos momentos extraños y convulsos en los que poco a poco estamos acostumbrándonos a una situación que nos ha pillado desprevenidos y a la que nos hemos tenido que acostumbrar de golpe, de un día para otro. 

Pero semana a semana, empezamos a conquistar pequeños triunfos y recuperamos una parte de nuestra vida anterior, como un corto paseo, o una visita a un ser querido que nos separa de este compás de espera.

La desescalada por fases anunciada hace unos días por el Gobierno y la llegada de la llamada “nueva normalidad” plantea un nuevo escenario donde los establecimientos públicos, los centros sanitarios y las grandes y pequeñas empresas se preparan para abordar unos procedimientos de seguridad en una etapa marcada por la incertidumbre y la inseguridad.Esta nueva normalidad conllevará poco a poco la vuelta al trabajo de muchos empleados que hasta ahora han estado trabajando desde sus casas o de aquellos que se irán incorporando al trabajo tras el final del estado de alarma. Pero más allá de los equipos de protección individual y las medidas extraordinarias de higiene que están implementando las compañías, en los próximos días comenzaremos a convivir con una serie de tecnología que empezará a formar parte de nuestros días con el objetivo de reducir los contagios y de minimizar la presencia del COVID-19 en nuestros lugares de trabajo.

Medida de temperatura en el centro de trabajo

Una de las primeras acciones que se han implementado rápidamente en el mundo empresarial es la medida de temperatura corporal de los trabajadores con cámaras termográficas, una medida que ya está sirviendo para reducir la propagación del virus en el lugar de trabajo.Esta técnica permite identificar fácilmente procesos febriles de manera óptima cumpliendo las normativas de distancia social recomendada por la OMS, ya que utilizan detectores infrarrojos de onda larga capaces de medir a distancia la radiación emitida por un cuerpo. Al medir en diferentes puntos y en sólo unos segundos de exposición, son capaces de ofrecer una imagen compuesta de puntos de color asociados a diferentes niveles de temperatura y nos indica cuál es la temperatura máxima recogida.

Sin embargo, en las últimas semanas han surgido muchas dudas sobre el correcto uso de estos dispositivos, y los profesionales de esta tecnología llevan ya días advirtiendo que el único punto del cuerpo humano que consigue una medida a distancia fiable es el lagrimal de los ojos, por eso es importante que estas tomas se realicen de manera individual, con la persona mirando a cámara durante unos segundos y sin gafas o mascarilla, ya que alterarían el resultado de la medición.

Pruebas inmunológicas masivas.

Algunas corporaciones han dado, incluso, un paso más allá y han optado por comenzar a realizar pruebas inmunológicas a su plantilla antes de su reincorporación, bien porque concentran a muchos trabajadores en sus instalaciones, o bien porque sus empleados realizan viajes con asiduidad.Ante la llegada de pruebas de forma masiva se están explorando otras técnicas de detección como la espectroscopía NIRS y Raman, técnicas más rápidas y precisas que además reducen el número de falsos negativos y positivos en comparación con otras técnicas como las pruebas PCR (reacción en la cadena de la polimerasa) y ELISA (ensayos inmunoenzimáticos).Estas herramientas de análisis y biodetección son invasivas y libres de etiquetas, y pueden ser la posible solución para detener el nivel de contagios, ya que ha sido utilizada con gran éxito en otras infecciones virales como la gripe 1 y 2, el VIH 1 o el coronavirus MERS-CoV.

Ambientes seguros de partículas de virus

Esta nueva realidad, a la que poco a poco todos nos tendremos que acostumbrar, plantea también nuevos retos a los centros sanitarios cuyos profesionales tienen un contacto directo con el virus y a los establecimientos cuyos empleados tengan una exposición directa con otras personas.Muchos de ellos están optando por emplear sistemas suplementarios de filtración de partículas en el aire en sus instalaciones, para asegurar un entorno de trabajo más limpio y seguro libres de COVID-19. Estos sistemas, que no sustituyen a otras medidas recomendadas como el uso generalizado de mascarillas, suponen un paso más para reducir los contagios.El empleo de estos sistemas no es algo nuevo, aunque es verdad que su uso se ha limitado hasta ahora a entorno protegidos como laboratorios clínicos y centros de investigación, donde la eliminación de partículas de polvo, humo, esporas de moho o de virus es vital para la correcta realización de sus actividades.

Lo que está claro, y en lo que coinciden todos los expertos en epidemiología, es que el COVID-19 ha llegado para quedarse con nosotros hasta que no exista una vacuna eficaz. Hasta ese momento no sólo conviviremos con esta enfermedad, sino también con estas tecnologías que nos ayudará a vivir en un ambiente más protegido.

El Grupo Álava cuenta con el equipo profesional especializado más grande de España en estas tecnologías ya que cuenta con más de 30 años de experiencia suministrando sistemas termográficos, más de 15 años suministrando sistemas de filtración de aire y análisis de partículas, y más de ocho años en suministro de sistemas de espectroscopía.

Para ampliar esta información, contacta con:

Ángela Ruiz, Rubén López

+34 91 567 97 00 | marketing@grupoalava.com

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